miércoles, 25 de julio de 2012

Un chofer alquila su taxi como hotel por los Juegos Olímpicos

No es fácil conseguir una habitación en Londres durante las vacaciones y mucho menos este verano, con el mundo entero palpitando los Juegos Olímpicos. Los hoteles tienen las reservas a tope y no hay un sólo colchón disponible en la ciudad. Con la creatividad a flor de piel, los londinenses parecen estar dispuestos a todo con tal de hacerse la América durante el mayor evento deportivo del año. Rápido de reflejos, un chofer decidió sumar unas cuantas libras extra y transformó su taxi en un hotel.

David Weekes es taxista full-time, pero este verano -con la locura que se espera sea Londres y con algunos sectores de la ciudad intransitables en auto- decidió darse un respiro al volante y transformó su icónico taxi negro en un mini hotel por 77 dólares la noche.
David decidió adaptar el asiento trasero de su taxi y ponerle un colchón ultra esponjoso, los llamados "memory foam" que siempre recuperan su forma, almohada, edredón para los friolentos -con estampado de los Juegos Olímpicos-, lámpara para leer de noche y hasta un Paddington Bear, el famoso personaje de literatura infantil, todo un ícono inglés.



Y como todo hotel que se precie de brindar un buen servicio, el taxi-room tiene un frigobar -que se carga con energía solar- radio, despertador, un iPad con conexión a Internet y un juego de camping para sentarse a cenar o desayunar en la vereda. Está decorado con la bandera de la Union Jack y con  cortinitas para darle cierta privacidad.

Durante el día, los huéspedes pueden contratar los servicios de David y pasear por la ciudad y cuando cae el sol, elegir en qué lugar de Londres quieren pasar la noche siempre y cuando se pueda estacionar libremente allí. Weekes sugiere que se estacionen frente a su casa y ofrece su baño como un adicional.

El verano es corto, los Juegos Olímpicos ocurren cada cuatro años y hay que aprovechar para llenarse los bolsillos.

lunes, 2 de julio de 2012

La habitación más silenciosa del mundo provoca locura en menos de una hora

La cámara anecoica creada por los Laboratorios de Orfield en Minnesota (Estados Unidos) cuenta con demasiado silencio que puede volver loca a una persona. Es una de las conclusiones de los científicos que han comprobado los efectos de pasar un tiempo dentro de la cámara anecoica que fue creada por los Laboratorios Orfield en Minnesota (Estados Unidos). Esta cámara absorbe el 99,99% de los sonidos gracias a un sistema basado en la unión de dos cubos aislados, donde ambas cajas poseen tabiques dobles de acero y la caja interior está apoyada en un sistema de resortes con sus paredes recubiertas con cuñas de fibra de vidrio de forma piramidal.
Este tipo de cámaras es utilizada por algunas grandes empresas automovilísticas y de electrodomésticos para determinar cuánto ruido generan sus artículos, pero además se han llevado a cabo en ella algunos experimentos científicos que han revelado que tanto silencio provoca tal tensión en el cerebro humano que puede llevarle a la locura. ¿Cómo se produce este efecto? Al parecer cuando se elimina completamente el sonido de una estancia el oído del ser humano hace todo lo posible por localizar una fuente de sonido, lo que hace que su propio cuerpo se convierta en generador de todo el sonido de la estancia. Así, aquellos que han vivido la experiencia de permanecer en una cámara anecoica durante un tiempo prolongado comienzan a escuchar los sonidos de su respiración, los latidos de su corazón y hasta de sus tripas, lo que puede llevar a que la mente pueda perder el control e incluso puede provocar efectos en el equilibrio. La persona que más tiempo logró permanecer en esta cámara logró estar dentro unos 45 minutos antes de comenzar a dar síntomas de pérdida de control.